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En Estados Unidos, cada ciudadano debe, a fin de año, pagar sus propios impuestos. Deben llenar declaraciones juradas y presentarlas anualmente, bajo el riesgo de tener multas por el no pago o evasión de impuestos. Los obliga a ser prolijos, a llevar sus números en la cabeza todo el tiempo y a ser responsables. El tema crediticio no es para ellos algo menor: usar la tarjeta de crédito para mejorar su perfil es algo de lo que se habla abiertamente.

En Argentina, sólo se presentan declaraciones si el pagador pasa determinado umbral. Por citar un ejemplo, si yo tenía bienes en 2023 superiores a 100 millones de pesos (algo así como 400.000 dólares a cambio oficial), en ese caso solamente, debía presentar la declaración jurada de bienes personales.

El resto de los mortales pagan el IVA consumidor todos los días, ganancias (si gana muy pero muy bien) y no mucho más. Por eso podemos ir tan despreocupados por cuanto gastamos: gastamos lo que tenemos, y lo que no, se pide prestado. Pero al menos, conocemos (mas o menos, siendo honestos) nuestras deudas.

Ahora bien: ¿qué pasa cuando tenés un país financieramente estúpido? ¿Qué pasa cuando en las escuelas no se enseña educación financiera? Lo que pasa es que tenés personas ignorantes que consideran que 2% de ganancia diaria en dólares es un tremendo negocio. Aún. cuando ese dinero provenga de una aplicación ilegal, de alguien que capta efectivo en mano, no esté aprobado por la Comisión Nacional de Valores, y ah, es un tremendo Ponzi.

Dirás “no Martín, esa gente es muy estúpida”. Si, pero muchas veces puede ser el problema de un pueblo entero. Lo que pasó en San Pedro, Provincia de Buenos Aires (TLDR: medio pueblo metido en un Ponzi evidente) muestra a las claras la falta de entrenamiento financiero y legal (objetivo y no patrocinado por ninguna empresa) de la población argentina.

A ver: ganaste dinero en negro de un esquema Ponzi y lo gastás en viajes y dejás tu trabajo y tu negocio. Si te sale mal (porque la burbuja se rompe, cosa que no sabe la gente que es víctima), perdés toda la plata, te endeudás a vos y tus amigos. Problemas de salud, con la ley. Embargadísimo hasta las encías.

Ponele que te salga bien y te viste venir el Ponzi. La leíste y dijiste “ok me salgo antes que explote”. Y siempre que puedas salir, antes que siga la bicicleta. Bueno: vas en cana. ¿Cómo justificás esos ingresos? Vas en cana por presunta complicidad en una estafa. “Ay yo no sabía nada“. Ante la ley, si sos suficientemente maduro para invertir, entendés a dónde y los riesgos que conlleva. Nadie puede aducir su propia torpeza.

“That is how the world works”

La actualidad del mundo, y últimamente más en Argentina, está vinculada a los graves problemas de apuestas, mayoritariamente de gente joven (muy joven, fetos que juegan al Fortnite) y de falta de educación financiera y económica en hogares y escuelas.

Las deudas en casa (en todas las del mundo) se triplican. Hay problemas de hogar y población en las grandes urbes, y a la vez, ganar dinero trabajando está mal visto. Además, cada vez hay más intermediarios en casi toda actividad, lo que encarece los servicios. Y ni hablar que el objeto de nuestro trabajo está cada vez más enajenado.

Sólo la educación nos va a sacar de esto. Pero bueno, hace años que tenemos problemas para que un niño de primaria pueda leer bien. Falta aún más incluso, para que un adulto (ir)responsable entienda lo que es un TNA.

Si sos de San Pedro, o te vas a meter en alguna inversión (de cualquier tipo), aprendé de memoria qué es un Esquema Ponzi. Del tema ya se ha escrito mucho para yo tener que hacerlo de nuevo.



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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.