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Trabajé en Pymes hace más de 10 años. Solamente 2, pero Pymes al fin. Si bien estaba, como todo adolescente/jóven agradecido por la oportunidad, no podía dejar de observar algunas cuestiones puntuales, como un jefe vigilando con la cámara IP desde su casa, o que llegara en cualquier momento del día. Mi novia también trabaja en una Pyme, donde uno de los gerentes / dueños se va de viaje 6 o 7 veces por año a Europa.

Estas actitudes son criticadas por los trabajadores de la firma, que demandan el mismo esfuerzzo de los dueños, comparándolo con el de ellos mismos. Lo que creo que es honestamente un error.

El trabajador debe producir por su salario, su deber es mantener el puesto, cumpliendo lo exigido, según las condiciones que negoció.

Si bien puede ser duro leer esto, lo considero bastante liberador:

  • Salvo que se colabore con una ONG (lo que no es trabajo), esperar una cultura colaborativa, una misión, una visión o lo que fuese, es parte de una dialéctica que, en resumidas cuentas, debe tenernos sin cuidado. Rara vez crecí como profesional por acompañar a una visión de una empresa, más bien, lo aprendí cuando descubrí que esas visiones son mayormente falacias escritas por veinteañeras con resaltador (a.k.a. recursos humanos). Se trabaja por un sueldo, dinero. Punto.
  • Nos pagarán si producimos. Si no producimos nos echan. Es tan simple como suena. Producir humo es producir, y hay empresas donde es valorado. Hay algunas consultoras que se me vienen de ejemplo, pero no quiero una denuncia por difamación.
  • Si estás leyendo este blog, descarto que alguien te haya amenazado para trabajar donde estás trabajando. Te ofrecieron condiciones, que aceptaste en libertad (aunque consciente de tus limitaciones), y el acuerdo que existe, es que se cumplan. En Argentina, un empleado puede considerarse despedido si sus condiciones de trabajo cambian sin aviso, o excepcionalidades se extienden demasiado en el tiempo.

Empresa y empleado es una relación de a dos, donde somos parte contractual del acuerdo. Y si no nos gusta… nos vamos, salvo que sepamos que no podamos tener algo mejor, o seamos presos de nuestras circunstancias.

Vamos con un ejemplo.

Festejen manga de forros

Me cuesta mucho, viendo su X y con muy pocas ganas de invertir tiempo en su persona, saber si Gastón Parisier, fundador de BigBox (empresa que vende experiencias como regalos) es un troll u otro CEO más de la escuela meritócrata mundial (guita de papá, bah).

Me explico: el management tradicional necesita hacer micromanagement. No somos como Japón donde los empleados tienen claras sus responsabilidades, por lo que los mandos medios son necesarios. Por ende, hay empresas como JPMorgan que están exigiendo el regreso inmediato 100% a las oficinas. Destacan “falta de innovación y creatividad”, pero se obvia mencionar muchas inversiones millonarias hechas en bienes raíces, o la falta de confianza y transparencia en los empleados. Incluso Elon Musk exige la vuelta de sus empleados a las oficinas de sus empresas.

Hay estudios a favor y en contra del home office: trabajar desde casa no significa de ninguna forma que los empleados sean más eficientes o productivos. Yo mismo entiendo que entrenar a un junior a distancia es bastante complicado y que es mejor hacerlo presencialmente.

Dicho esto, hablar de “celebración” por, fácticamente, desperdiciar horas de vida yendo a trabajar, es lisa y llanamente una escupida en la cara. Como excusa, “lo han decidido ellos” es el argumento escrimido por Parisier. Dejame que lo piense.

Lo que no tengo que pensar, es que como dueño de su empresa, Gastón tiene la potestad de hacer lo que quiera, siempre que figure en los respectivos contratos de prestación de servicios. Y los empleados tienen la potestad, tan simple y tan poderosa, de pensar por sí mismos lo que es mejor para ellos.

Qué se yo: capaz hay gente que le gusta estar una hora atrapada en Panamericana, o 3 horas yendo a trabajar desde el Conurbano.



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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.