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Hace bastantes años, en “cierta empresa”, tuve la sensación de que un compañero mío se acostaba con su jefa. Y no sólo eso, que también salía con otra chica de su mismo equipo. Años después, pude confirmarlo. “Un crack”, pensé, estando el soltero, y yo siendo muy ignorante de muchos códigos corporativos.

Ya pasó un tiempo prudente y los involucrados ya no están en esa empresa, pero quiero traer este tema (real) a colación con algo que pasó en un concierto de Coldplay, donde el CEO de Astronomer, una empresa de sistemas, fue filmado infraganti con una persona de recursos humanos de allí mismo. Ambos estando casados, sí. Pero con otras personas.

En las grandes compañías, se exige, siempre, informar ante cualquier relación entre dos personas en su planta, para evitar cualquier conflicto de interés. ¿Informarías una aventura con alguien de tu trabajo? ¿Informarías que contrataste a alguien porque es tu amante?

Uno lo puede pensar con el diario del lunes en estas circunstancias, pero no, esto pasa ahora, en la empresa donde estás.

¿Sabés por qué la administrativa en jefe cobra lo que cobra? Si, salió con el presidente de la empresa.

¿Sabés por qué ese estudio de marketing trabaja con ustedes? Porque el hijo del dueño sale con la chica que lo lleva.

¿Sabés por qué esa persona es “Culture Lead”, un cargo sólo de nombre pero bastante bien pago?

Los ejemplos cotidianos siguen.

Hay algo entendible en todo ello: uno prefiere trabajar con personas de confianza. Desde ese sesgo, poco fundado porque la confianza se debería depositar en aspectos delimitados de la persona. Rara vez, el mérito le gana a alguien de confianza.

No está bien, no está mal: es como es, la humanidad es esto. Eso si, te tengo una noticia: no somos esas estrellitas especiales que creemos que somos. Cometemos errores (mi lista es interminable). Un descuido, un beso frente a una cámara, un mensaje, un mail. Algo puede irse de control. Demasiada exposición y lo que debiese ser un secreto bien guardado termina afectando la capacidad de liderazgo y confianza sobre los afectados.

Se lidera con el ejemplo. Se confía en alguien que parece merecerlo. Y pocas cosas se rompen tan rápido como una buena reputación. ¿Te imaginás a Messi siendo infiel, qué clase de noticia mundial sería esa?

A este CEO (Andy Byron según Google) se le acabaron los créditos en su propia compañía. Imposible liderar y que te respeten. Imposible pensar que sus decisiones sean pensadas objetivamente con la cabeza (de arriba). Ni gracias le dieron:

Quiero cerrar con este pensamiento: uno, en una relación, es responsable de no humillar ni a su pareja, ni a sus hijos. Dudo mucho que los (¿ex?) esposos de los involucrados sean felices con toda la atención recibida. Podemos hablar acerca de si estaba bien o no que las imágenes dieran vuelta al mundo sin la expresa autorización de los filmados, aunque van a un concierto público y es hasta esperable.

Y si no queda de otra, porque la tentación existe y errores cometemos, al menos no tires a otros en tu propio pozo. Hundite solo.



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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.