No por ser reconocidos, los medios son imparciales. Desde el diario Clarín hasta Forbes, varios artículos periodísticos incluyen protagonistas de fraudes, pintados como personas revolucionarias en sus rubros.

Es necesario que una empresa construya prestigio para poder ganar clientes y contratos, y estos cinco casos, dos nacionales y tres internacionales, ilustran como “el dinero llama al dinero”: los medios ponen a disposición su influencia para que los estafadores incurran en sus actos.

Leonardo Cositorto – Clarín

Para Clarín, la independencia se mantiene con dinero, a pesar de su credibilidad. Cositorto, cuando intentó instalar su marca personal, pagó a varios medios reconocidos para publicar notas de Generación Zoe y su persona. Con esa cara y la complicidad del periodismo, logró posicionar su estafa, que hubiera sido imposible sin esa difusión.

Cositorto se había aprovechado de “la salud mental como negocio”, como el coaching ontológico que se extendió hace algunos años en Argentina, para vender ilusiones en forma de criptomonedas, hamburgueserías, y la multiplicación mágica del dinero. De más está decir que Clarín dio de baja la nota.

Elizabeth Holmes – Forbes

La tapa de una revista Forbes, icónica, tiene como protagonista a Elizabeth Holmes, fundadora de Theranos. La empresa tenía como objetivo facilitar el diagnóstico de varias enfermedades a través de sólo una gota de sangre y pequeños aparatos no más grandes que un microondas. No sólo su objetivo era químicamente inalcanzable, si no que vendió aparatos como si así lo pudieran hacer, defraudando a sus inversores. Fue declarada culpable en un juicio en su contra por fraude criminal, y condenada a más de 11 años en prisión. Existe una serie disponible en Star+ de nombre The Dropout, que además de ser excelente, cuenta su historia con buen nivel de detalle.

Sam Bankman-Fried – Fortune

Sam hizo fortunas captando fondos para inversión en crypto, y dinamitándolo todo en apuestas muy mal fundadas por parte de su compañera de ruta, Caroline Ellison en la empresa Alameda Research. FTX, el exchange que manejaba, se derrumbó, y la cryptomoneda que había creado, se dilapidó en valor. Sam ahora está bajo arresto domiciliario.

Adam Neumann – Forbes

Podemos decir cómodamente que WeWork revolucionó el mundo del coworking. Sin embargo, en 2019 se descubrieron maniobras bastante oscuras con las finanzas de la empresa, que estaba muy sobrevalorada y donde existieron pérdidas mayores a las informadas. Adam, fundador, fue inmediatamente despedido como CEO, pero no hay juicio sobre estas maniobras.

Enrique Blaksley – La Nación

Lo que me costó encontrar una nota previa al descubrimiento de esta estafa, que fue la más grande que Argentina recuerda. Hope Funds era gestionada por Enrique Blaksley, que básicamente armó un esquema ponzi grande como el Aconcagua. Con ese dinero gestionó varias acciones, como posicionarse en el polo, traer al país a Roger Federer y Usain Bolt, entre otros.

Enrique está con prisión domiciliaria.

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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.