Una amiga me hizo esta simple pregunta. Y la respuesta, bueno, no es tan simple. Aclaro desde ya que no tengo una, y que lo que voy a nombrar abajo es lo que pude experimentar con máquinas prestadas, además de comentarios.

Lo positivo de una Mac, primeramente, es que su hardware está tremendamente optimizado para el trabajo con audio y video. Tareas simples que en Windows tomarían algunos minutos, en Mac terminan en segundos. Es otra arquitectura.

La pantalla de todo lo que sea Apple es increíble. La cantidad de puntos por pulgada que tienen sus pantallas es alta, por lo que todo se va a ver con una gran nitidez, y, a pesar de ello, el rendimiento de la batería es muy superior a sus pares “comunes”. Todo lo que sea Apple, además, funciona muy bien consigo mismo: es lo bueno de trabajar siempre en un mismo ecosistema.

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Como contrapartida, las Macs son mucho más caras que una notebook común, y usualmente, vas a ver personas con notebooks de pantallas muy chicas, al punto de poder quedarse ciegos. Sumado a eso, estás atado al sistema operativo de Apple, macOS, por lo que sólo podés ejecutar programas específicamente creados para Mac.

Si trabajás en data, tené en cuenta que Power BI o Qliksense no tienen versión desktop para Mac, aunque podés usar Python y Visual Studio Code.

En definitiva, depende para qué la comprás: si trabajás como diseñador, si, sin dudas. Si trabajás de otra cosa, quizás no sea la mejor alternativa.

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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.