23:20. Estoy sentado en la mesa familiar escuchando TN. En este momento, Javier Milei es el candidato más votado en las últimas elecciones de la República Argentina, con el 31,63% en las denominadas PASO, que a efectos prácticos son una gran (y obligatoria) encuesta.
Sin embargo, con el pasar de los minutos, la diferencia se va achicando con la competencia: Juntos por el Cambio tiene menos de 4% abajo, y el oficialismo de Massa, está un poco arriba del 5%.
Estas encuestas sólo dejan en claro que Milei, como personaje, es alguien a tener en cuenta y a no subestimar, y que acá no hay dos candidatos serios a la presidencia: hay tres.
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¿Qué quiere decir esto?
Es más que probable que haya un balotaje (es decir, una definición entre dos candidatos), pero queda definir entre quienes.
Podemos sacar algunas conclusiones ideológicamente hablando con los porcentajes que ya tenemos:
- 48% de los electores no quieren una opción moderada y dialoguista. Quieren una derecha de algún matiz, violeta o amarillo.
- Los moderados y diáloguistas representan el 35%.
- Es improbable que el oficialismo saque más del 30% en las elecciones finales. Los gobiernos oficialistas encuentran su techo en las elecciones.
- Hubo ausentismo electoral, pero no fue tan significativo.
Las próximas elecciones definen, entonces, quienes van al balotaje. No será electo un nuevo presidente el 22 de octubre.
Los tres escenarios para el balotaje, que en este momento son igualmente posibles, son:
- Bullrich vs Milei: derecha pura, se elije por la mano más dura. Creo de todas formas que ganaría la moderación y Bullrich sería electa, aunque puede pasar cualquier cosa.
- Bullrich vs Massa: los gobiernos, cuando van a las elecciones, encuentran su techo. Bullrich tiene todas las de ganar.
- Massa vs Milei: es la elección que más le conviene a Massa, porque son modelos diagonalmente opuestos. Sería muy parejo, piña a piña hasta el último round.
Puede pasar cualquier cosa. Y sólo las próximas elecciones van a darnos más claridad sobre el futuro del país.
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