Hace 5 años, un poco antes de arrancada la pandemia, arranqué un emprendimiento llamado igual que este sitio. El plan era bueno, e hicimos algo de dinero, brindando conocimiento a bajo costo a personas del rubro de análisis de datos.
Teníamos un plan gratuito, con inscripción por orden aleatorio, sin grabación de clases, sin clases de consulta para exámenes, y un plan pago, que incluía todo eso con un sistema de puntos para descuentos en clases siguientes.
Sin entrar mucho en detalles, me quedó algo muy claro entre las personas que se anotaban gratis y las que pagaban: aquellos que salían sorteados, rara vez se presentaban a una clase, y aquellos que pagaban, rara vez se la perdían.
Si bien está harto estudiado que cuando uno invierte quiere utilizar lo adquirido o ver su ganancia, mientras lo gratis no se aprecia (por eso por más que le mandes 1000 mensajes a una chica diciéndole que es muy linda, rara vez tendrás más que una reacción si no le ofrecés pasarla a buscar y pasar un lindo momento), también es cierto que, aún cuando la oportunidad, única e irrepetible aparece en frente de uno, si implica disciplina o esfuerzo, es muy probable perdérsela.
Era un momento donde el trabajo remoto de data estaba bien visto, más aún, haciendo diferencia en Argentina por el tipo de cambio. Y es verdad, en ese momento, se contrataba a basicamente piedras que supieran teclear “<div>”. Ese momento, junto con la pandemia, pasó. Algunos profesionales quedaron, los “early adopters” del aprendizaje.
Los que se subieron tarde a la ola pagaron precios altos por cursos que estaban dados por “profesores” con poca formación didáctica. Hace mas o menos un año en LinkedIn, aparecían chicos de 20 años, llamándose a así mismos programadores, pidiendo un trabajo remoto de 3500 USD, con no más que un bootcamp como experiencia.
Se comieron una narrativa irreal pero simple: “hacés un curso, ganás en dólares, seguro conocés a alguien así”. Y en vez de seguir el consejo obvio en este caso (entrar a una facultad para tener algo de background matemático y lógico, para además subir unos puntitos como universitario), sólo hacían webs simples para proyectos propios. No quiero ser despectivo al decirte de qué trabajan hoy.
Al fin de cuentas, esforzarte vas a tener que esforzarte igual. Pero sólo trabajo planificado va a tener sentido. Hacer fuerza porque sí es fácil, hacer fuerza para construir algo sólido, requiere primero saber qué vas a construir.