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Hablan como neandertales, sin ningún nivel formal de educación, ni entendimiento en finanzas. Aprenden algunas buzzwords como para armar una narrativa con un sentido mínimo. A veces, papá tiene plata, y les bancan algún relojito lindo, o algún viajecito.
Hasta acá podría estar hablando de dos cosas: de un vendedor inmobiliario promedio, o de uno de esos estafadores que hay en internet, que dicen que con el e-commerce podés estar facturando cientos de millones de Icardidólares al minuto.
“Nadie con algo de dinero y dos dedos de frente podría caer en eso”, nos decimos mientras leemos las noticias, con un placer culposo. “Todos son tontos menos yo” decía Homero.
Y si, al igual que la escena te puede pasar que tu casa se incendie: tu hijo, tu pareja o algún familiar puede estar metido en alguna estafita. Por eso tenemos que saber un poquito del tema, para darle una cachetada (metafórica claro) a nuestro ser querido justo a tiempo.
Mira Lisa, reesplandece
Todo podemos explicarlo con una escena de Los Simpsons
Lisa, una persona crítica, se da cuenta que no hay mérito en el rival, pero Homero, que tiene un crayón en el cerebro, se ve obnubilado por brillitos de colores.
La juventud y las personas sin recursos, totalmente desencantadas por la escasa oferta laboral de calidad y la cantidad de tiempo necesario en alcanzar el dinero necesario para lograr sus sueños, prestan atención al dinero rápido, y a personas que muestran que pueden alcanzarlo, aparentemente, fácil, casi siempre a través de redes.
No quiero dar nombres porque a la mente poco preparada puede convencerla de comprarle algo a estas personas, pero dicen frases tipo “masivo brother”, hacen gala de relojes de marcas reconocidas, le dan una atribución desbordada al cuerpo masculino (demasiada para quienes hacen gala de su heterosexualidad), y ostentan un gasto desmesurado de dinero que, dicen abiertamente, consiguen a través de “su actividad”. Pero no.
El modus operandi
Hagamos de cuenta que me hago un influencer. Que tengo una cuenta de Instagram de 200k seguidores. Que muestro mis viajes en primera, que muestro mi físico trabado (me encantaría), mi descapotable. “¿A qué se dedica este chico?”, va a decir alguno. Hace pocos años “programador” era una respuesta viable, pero eso se terminó hace un tiempo. Además, no sonaba tan sexy y ganador.
“Trading” se usaba hasta hace un tiempo. Un pibe se mostraba “tradeando” (comprando y vendiendo acciones, aparentemente) y el público se comía el verso. Ahora bien, en Argentina y en varios países del mundo está totalmente prohibido el asesoramiento financiero o el consejo de inversión explícito, entonces lo que vendían, para evitar ir en cana, eran “cursitos” y “comunidad”.
Un acceso a un “Telegram VIP” salía 50 USD por mes, pero una asesoría la vendían a, por ejemplo, 500 USD la hora. Un producto vendía otro. Pero claro, esto se caía porque dependía muy fuerte de la capacidad económica de los niños que se sumaban al curso.
Obviamente, los pibes no aprendían nada: sólo se llevaban deudas.
Ahora el verso cambió un poco, y el “E-Commerce” es lo más utilizado. Cuando los escuchás hablan de facturación y de números, pero nunca te dicen qué venden, cómo lo venden, cómo lo stockean, como lo remarcan. Nada. Puro humo.
Pero el método es el mismo: venden canales de Telegram y asesorías “1 a 1”. “Dios le pone sus batallas más exigentes a sus mejores guerreros” es un consejo común en estos señoritos.
Ah, los supuestos “casos de éxito” son otros como ellos.
Eso sí, uno los ve en ARCA y ni siquiera son responsables inscriptos: tienen monotributo A, el más bajo y barato de todos. Si se revisan las patentes de los descapotables, tienen millones de pesos en deuda.
Los autos pueden ser alquilados. Los relojes pueden ser prestados. Los viajes pueden ser adquiridos por préstamos. “Fake it until you make it” – “mentir hasta lograrlo”, es la filosofía de muchos de estos muchachitos, muy basados en el coaching ontológico, una herramienta que mal usada puede hacer estragos.
Tips para evitar a estos mutantes
- Recordar la primera regla de las redes: no creas NADA de las redes sin saber cómo se hace o haberlo visto en persona, salvo personas de probada autoridad en campos académicos con revisión de pares. Ni siquiera a los CEOs de multinacionales hay que creerle. Pero bueno, vos le creés a tu ex que te dijo que te fue fiel.
- Antes de hacer negocios, pedir factura, CUIT, algo. Si es en negro, desconfiá. Sé que es difícil en Argentina, pero te vas a ahorrar varios dolores de cabeza.
- Revisar sus sitios web y sus redes. Si hay mucho músculo y nada de trabajo, desconfiá.
- Feedback de clientes anteriores
- Dudar de los rendimientos que promete: prometer 10% diario en dólares no existe. Una acción puede variar eventualmente eso, pero nunca constantemente hacia arriba por períodos de tiempo muy prolongados.
- Si dicen que dejes a tus amigos o a tu familia y los escuches a ellos… ¿De verdad tengo que decirte lo que es mejor para vos?
- Constancia y estudio. Pasión por lo que te gusta. Ese es el secreto del éxito en lo que sea que quieras hacer.
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