Un chico de no más de 20 años ofrece sus servicios en Instagram. Sus servicios están relacionados a la “revolución financiera de las cryptomonedas” y hablan de términos como “hold”, “dive”, “DeFi”, entre otras cosas que, si los invito a explicarlos en palabras simples (que puede hacerse), no sabrían cómo. De hecho, un amigo era muy defensor de las cryptomonedas, al punto de llamar al Bitcoin “reserva de valor”. Empiezo a creer que todo lo “nuevo” genera una burbuja, y que las novedades son fáciles de vender.

Me sucede lo mismo con respecto a los trabajos. Cuando doy un curso con Ánimadata, intento no venderle a nadie que “esto es la salvación” ni la panacea a todos los males. Sencillamente, y pido disculpas si sueno poco democrático, porque ninguna profesión es para todo el mundo.

Todo el día en la PC, seguro tu laburo es fácil

Tuve que escuchar y tener críticas hasta de mi propia suegra, porque me veía todo el día en llamadas o sentado en el mismo lugar. Y desde una ignorancia entendible de una persona que no comparte mi mundo, puedo entenderlo. Con mucha ignorancia de sistemas (y en muchos casos, con una sobrada carencia de comprensión lectora), una persona puede creer que, como anuncian muchos medios, puede ganar miles de dólares por mes desde casa. Peor aún: pretenden como formación un curso de C*derHouse, únicamente (y acá mi queja moral a todas aquellas empresas que venden sus cursos como salida laboral).

Hay data de programas estatales, como Argentina Programa, y sus resultados. Spoiler alert: son un fracaso absoluto.

¿Por qué fracasan los programas de capacitación?

Creo que primero tengo que diferenciar acerca del público que toman estos programas: personas que arrancan desde cero o muy pocos conocimientos, o profesionales ya formados que quieren más formalidad en sus conocimientos.

A la primera clase, entiendo, ellos encontrarán rechazo. Dirán “esto no es para mí”. Y en mi experiencia, me doy cuenta que mayoritariamente no existe compromiso para sostener un aprendizaje y método de trabajo. Algunos ni se presentan a la primera clase. Otros, ni siquiera leen los requisitos de la capacitación. O simplemente, no prestan atención a la clase.

Considero que para poder trabajar en inteligencia de negocios hay que tener cierto grado de, precisamente, inteligencia. Hacer un reporte sin entender qué se reporta es algo muy común. “Soy analista de datos porque sé Power BI” es una mentira terrible. Power BI es una herramienta. El analista de datos tiene que nacer antes, con formación en matemática, conocimientos del flujo del negocio a dedicarse, una actitud inquisitiva, entre otras aptitudes.

Si uno quiere triunfar en algo, debe tener la actitud correcta al enfrentarse a la carrera que ve delante. No todo se aprende en un curso de tres horas.


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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.