El miércoles, por una nota que le hicieron a Martín Migoya, decidí que el programa que voy a preparar va a estar relacionado a ella. Sin embargo, y como preámbulo, voy a poner 10 excusas que no son viables en un argumento sólido y serio para volver a la oficina:
- Encontrar el amor: si buscás el amor en la oficina tenés otra clase de problemas. Si vendés que podés encontrar el amor en tu oficina ponete un bar porque le estás errando de actividad.
- Que los negocios alrededor de la oficina mantengan su actividad: Con ese mismo criterio, no estando en casa los negocios locales pierden dinero.
- La conexión a Internet: en algunos casos, por acuerdos de servicio, hay que estar en una oficina con conexiones redundantes y seguridad física. En la gran mayoría de los otros, lo dudo mucho.
- Alimentar el transporte público: Escuchar a un pibe freestyleando en el bondi no es mi pasión. Además de la contaminación y todo lo relacionado.
- Hacer sociales: si quiero trabajar y hacer sociales voy a un coworking. Hacer sociales con compañeros de trabajo es forzado o falso en la gran mayoría de las interacciones. Aunque hey, reconozco que tengo buenos amigos hechos en mi presencialidad.
- After office: uffff. Arranco:
- Si quiero embriagarme me quedo en casa o voy con los pibes.
- No voy a comprometer mi imagen profesional tomando alcohol frente a mis compañeros o jefes (lo hice, mala idea).
- Se arma un “prontuario”. Acá en Rosario tenemos a uno que se bajó los pantalones frente al jefe.
- Si sos mujer… Bueno, entiendo que tengo que hacer un video aparte de lo que pasa en un after.
- Verle la cara a los compañeros: Exceptuando el caso que sea mi pareja, Pampita o el mismísimo Dalai Lama, creo que paso.
- No gastar en luz/internet: pero gastás en transporte y vestuario. Y es más caro.
- Charlar en la oficina / cranear ideas: cuando estoy en una oficina (como en el coworking) tengo los auriculares puestos. Me pagan por producir e intento cumplir con ese compromiso.
- Concentrarse mejor: Este es posiblemente el único punto con el cual comparta de alguna forma. Si te vas de casa, perdés muchas de las distracciones que tenés allí. Dicho esto, en una oficina tenés otras. E incluso antes de la pandemia, estaba estudiado que había incluso mejoras de productividad.
- Micromanagement vestido de cultura empresarial: La cultura empresarial es algo que existe y es determinante en varios ambientes. Lo que no puede ser nunca una excusa para que un tipo que se olvidó lo que es tener un trabajo digno, nos mire encima del hombro y vea si programamos a 30 líneas por minuto en lugar de 100.
Hay razones válidas para volver a las oficinas, y no hay una solución mágica para todas las empresas ni todos los profesionales. Sin embargo, las de arriba son un insulto a la inteligencia del profesional.