Mi nivel de exigencia es altísimo. No sólo tengo que pensar en SQL, en inglés y en español, si no también ser capaz de llevar mi vida adelante de manera tal de no caer desmayado, de no estar totalmente aislado de la sociedad, y de poder estar atento al lanzamiento de las novedades de mis hobbies.
Claramente en algunas cosas a veces pierdo el hilo, pero intento mantener todo en un estado consciente de “control”. Saber que tengo el control de las cosas me ayuda a dormir mejor y no sufrir un ACV fulminante.
Nunca fui un tipo organizado. En mi cabeza intento priorizar aquellos temas importantes, aunque es verdad que me gana el estrés y atiendo en ocasiones más de una cosa a la vez. Y en ocasiones me disperso bastante.
Entonces se me volvió indispensable un mantra. Algo que me ayude a tener el control de la situación. “Hacer una cosa a la vez“. Esta frase, que no es mía si no de una mentora, me ayudó a no perderme entre mil stickers o listas interminables.
Una hora sólo a un proyecto. Música, bloqueo mi calendario, adelante. Corto, veo como están las cosas, priorizo. Repito. El chat creo que es mi peor enemigo, por lo que mantengo las notificaciones silenciadas la mayoría del tiempo.
Con más de una cosa en la cabeza, las ideas no fluyen, se presentan conflictos inconexos. Se pierde la sensación de control. Y el sentimiento de que va a estallar todo puede nacer en cualquier momento. Mejor no llamarlo. Una cosa a la vez.
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