Antes de tirar por el onceavo piso a tus familiares, es conveniente ir a un espacio de oficinas compartidas, también llamados “coworkings”. Los coworkings son espacios preparados para que personas que trabajan en cosas distintas pero de manera remota, puedan hacerlo en comunidad, en un espacio acondicionado para trabajar.
Llevo más de un año frecuentando un coworking, y estas son las cosas que PARA MÍ, hacen de un lugar de trabajo compartido, un buen lugar de trabajo:
- Mobiliario de calidad: si el lugar tiene para sentarte, sillas de metal o madera, andate inmediatamente. 4/6/8/10 horas sentado en una silla rígida puede romperte totalmente. Sillas ergonímicas con apoyabrazos es lo ideal.
- Yerba/café/utensillos: llevar una vianda a la oficina debería ser lo único necesario para poder almorzar. Llevar y preparar cubiertos y vasos, yerba o café, no debería ser necesario, mucho menos en el mismo lugar donde se lleva una computadora.
- Velocidad de internet: si una llamada compartiendo pantalla se corta en un coworking, simplemente no es un lugar de trabajo: es un curro insostenible. Dentro de los problemas que me llevarían a pedir el dinero de vuelta, Internet es uno de ellos, porque es sustancia del servicio.
- Ambientación: música tenue, agradable e instrumental suma un par de puntitos a la experiencia. El problema es cuando la ambientación tiene un volumen excesivo y es totalmente necesario usar auriculares para poderse concentrar. Debe estar ambientado, precisamente, como un lugar de trabajo.
- Precio: Ir un par de veces por semana no debería ser un golpe al presupuesto. Voy a ser franco: si son dos o tres es más económico alquilar un departamento. El precio debe estar atado a los beneficios.
- Comunidad activa: Lo que uno espera por el precio que paga por el uso de un coworking es, precisamente, poder hacer networking con personas que desconoce. Para mirar la pared o quedarme callado, me quedo en casa. El coworking debe ofrecer actividades de manera constante, o brindar beneficios para sus clientes.
La mayoría de los lugares de coworking ofrecen un día de prueba, así que conviene, antes de elegir uno, recorrer unos cuantos para conocer sus diferencias y no pagar un mes y arrepentirte al día siguiente como en el gym.
De mi parte, en Rosario, puedo recomendar el coworking La Maquinita, ubicado en Pichincha, ideal para salir de after después de un día largo de trabajo. Podés contactarte con ellos en este link.