En un rarísimo experimento literario de una nota escrita un miércoles a la noche (que parece viernes porque los próximos días son feriado en Argentina), voy a proponerme escribir, en tres ítems, qué pasó con FTX, una estafa masiva relacionada a criptomonedas. Voy a intentar reducir algunas cosas a expresiones muy simples, por lo que puedo omitir alguna información, que sobra en Internet.

Qué es FTX y por qué estalló?

FTX es un exchange de criptomonedas, parte de un conglomerado de empresas dirigidas o participadas por este sujeto.

Este tipo, a quien se lo recuerda por estar jugando League of Legends en reuniones, se llama Sam Bankman-Fried, quien era el CEO de FTX hasta el mes pasado. Sam era también accionista mayoritario de Alameda Research, una empresa de inversión en criptomonedas. Recordá Alameda porque esto es importante.

El mes pasado, Binance, el exchange más grande del mundo, anunció que iba a vender toda la posesión que tenía de FTT, la cripto de FTX, debido a información que estaba saliendo a la luz acerca de la liquidez y desmanejos de la empresa. En Binance sabían que esta venta iba a hacer bajar el precio de la moneda por su cantidad de movimientos.

Y fue así que Sam, el muchacho con rulos arriba, decidió acercarse a Binance e intentar vender la empresa. Binance dijo “dejame ver los números primero”, a lo que después terminó diciendo “ni en pedo, estás haciendo cualquiera con la guita”. Y ese “cualquiera” era prestarle guita a Alameda Research de sus clientes, lo cual estaba expresamente prohibido según sus términos de uso. Para colmo de males, Alameda invertía pésimamente mal y perdió miles de millones de dólares.

Por todo este fiasco, FTX y Alameda pidieron acogerse en la bancarrota estadounidense.

En definitiva, FTX le prestaba guita a Alameda para cubrirse de sus muy malas inversiones.

Qué consecuencias tuvo esto?

El token FTT cayó casi un 95% en su valor versus dólar debidos a una corrida criptocambiaria. Los fondos de miles de clientes simplemente se evaporaron. Sam Bankman-Fried, si bien no estuvo preso aún, está siendo vigilado por el gobierno de Bahamas, donde el está radicado. Se supo que Alameda Research le depositó dinero a Sam, para ser más precisos, alrededor mil millones de dólares.

Sam tuvo varias declaraciones, de las que se declara responsable de no haber prestado más atención a sus números y al desmanejo de las finanzas de su propia empresa.

Qué tengo que saber?

Que porque la empresa sea grande y tenga estadios con su nombre no es necesariamente confiable. Que hubo gente que perdió miles de dólares por confiar en el muchacho de rulos. Que las cripto por si mísmas no son refugio de valor de nada. Que a pesar de tener criptomonedas en un exchange, no son tuyas, si no que le pertenecen al exchange donde las tenés invertidas. Y que los tokens son como el aire: se pueden desvanecer sin dar aviso.

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Martín Longo

Director de Ánimadata y Business Intelligence Engineer. Quemadísimo, escribo acá mis opiniones.