Es un tema recurrente en este blog, acerca de “hacer lo que te gusta y no lo que te genere guita”. En definitiva pulir los talentos propios en las áreas que nos apasionan, genera valor reconocido, usualmente con dinero.
El problema es cuando la cosa es al revés, cuando la vida se vive a través de la relación con el dinero, cuando toda anécdota se cuenta a través de cuanto gastaste, o cómo cobraste, o cuánto cobraste. La alegría de gastarla y haber hecho un viaje nada más para decir que la gastaste.
El mero hecho de notar que alguien hace un esfuerzo por ser reconocido por su dinero me resulta insoportable. Hay quien dice “yo quiero ser como Maslatón que va a todos los partidos del mundial y se lleva minas a cenar cada tanto, mientras la cuenta en kilos”. Está perfecto. Cada quien tiene su ídolo. En lo personal es un camino de vida que me resulta vacío.
Un ejemplo de algo que queda antipático en una mesa familiar es decir, por ejemplo, que hiciste un viaje a Buenos Aires y gastaste $1,500 en un café, $3,000 en unas tostadas, y paraste en un hotel que está a 3 cuadras del Obelisco que te salió $50,000. Si hago eso espero que al menos mi hermano me meta un correctivo y me diga “qué decís salame?”.
Tanto que hablamos de Messi, hablemos de Messi. El flaco gana millones por respirar y usar zapatillas último modelo, pero en las arengas a su equipo no dice “che, ganamos millones loco, demostremos lo que valemos”. No, agarra, señala a un compañero y dice algo así:
No estoy diciendo que el dinero no sea importante. En absoluto, es una medida muy buena para el valor que se genera y aporta en una sociedad. Pero como ser humano, si vas a tomar una birra conmigo y querés hablar de cuánto gastaste o quemaste, y no estoy interesado…
Como corolario, no tengo más que recordar que el dinero algunas veces se “esfuma”. FTX, corralitos, criptomonedas. Hay miles de ejemplos de cómo hubo gente que se quedó sin nada, sólo por perseguir ese sueño de “tener más dinero”.
¿No pensás que lo que hago está bueno? Me abrí un Cafecito, para que, si la nota te gustó, me lo hagas saber. Si no podés colaborar, compartiendo la nota me ayudás un montón.