“El dinero es una enorme dimensión, pero no es la más importante”, me recordó hace poco un gran mentor. Y tiene toda la razón. No trabajo gratis porque en la vida de todo tipo de treinta y algo hay varios (muchos) gastos.
Sin embargo, cubierta esa dimensión, hay otras cosas que importan en una propuesta de valor. A mi entender, estas son algunas de esas dimensiones:
- Posibilidad de aprender: hacer sólo lo que sabés sin exposición a cosas nuevas, durante mucho tiempo, puede ser un limitante para el crecimiento profesional. Tirar SELECT durante varios años sin muchas variantes, aburre y cansa.
- Ganar exposición: pasado un tiempo, todo rol que nos permita mostrarnos como expertos o en referentes en nuestra área suma puntos. Estar guardados en un rincón por siempre, no vale la pena.
- Balance con la vida personal: por suerte siempre me tocaron equipos donde la vida personal es importantísima. Un gran cliente me dijo “el tiempo con mamá es importante”. Y si, no resignaría tiempo ejecutando consultas en una base de datos si implica perder tiempo con mis afectos.
El dinero no es todo en un trabajo. Es una dimensión importante, pero no la única. Si querés dinero, vas a conseguirlo. Un lugar donde crecer y desarrollarte, es más difícil.
Para vos, ¿qué lugar tiene el dinero en tu trabajo?