Sin idealizar nada, voy a describir cada ciudad por donde pasé en mi viaje de trabajo/vacaciones, cada viernes. Esta es la séptima nota. Las tres primeras pertenecen a España, y las tres últimas, a Francia:

• La primera de Madrid podés encontrarla acá
• La segunda de Valencia, acá
• La tercera de Barcelona, acá
• La cuarta de Tolón, acá
• La quinta de París, acá
• La sexta de Disneyland París, acá

Bélgica es un país chiquito, pero de una cultura cervecera y gastronómica intensa. No podía dejar de ir a la capital de la Unión Europea, sobre todo por sus bares, sus waffles y… bueno, eso.

Si bien es muy bonito arquitectónicamente, Bélgica no es un lugar donde el concepto de sol exista. Que no llueva, tener un día soleado y que haya calorcito son cosas muy improbables, más aún viajando en noviembre.

El clima pinta para vivir bebiendo y comiendo todo el día, todos los días. Ahora que lo pienso podría vivir en Bélgica tranquilamente.

Bruselas no es grande y no le dedicaría más de dos días enteros a recorrerla. De atractivos está el centro cívico, su arquitectura… y no mucho más. Eso sí, deberías pasar obligatoriamente por Delirium Café, un bar con más de 2000 cervezas según ellos mismos publicitan. Me resultó un gran plan en el frío bruselense, pasar noches allí tomando y conociendo gente.

Conocí a seis argentinos. Nunca, en ningún viaje anterior, quedé en contacto con semejante cantidad.

Cómo llegar

Tomé un tren desde París Gare du Nord, hasta Bruselas, que en apenas hora y media te deja en la estación. Salió sólo 29 euros.

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Comer y comprar

Irte sin comer un waffle es imposible. Sin embargo, depende mucho de gustos. Está aquel que le gusta con helado y todo lo posible encima, y aquel que lo come solo. Depende el lugar y lo que le pongas conseguís de 2 a 10 euros,

Las papas belgas también son un clásico. No las encontré particularmente especiales, aunque su elemento sorpresa es la salsa. La samurai es un viaje de ida, que no podés hacer sin una bebida.

Como en todos lados en Europa comprar en el supermercado es mucho más barato que en la calle. Incluso algunos tienen ya comida preparada.

Sobre bebidas, en el mencionado Delirium, encontramos birritas a alrededor de 9 euros la pinta. Eso si, andá comido: apenas venden papas en bolsita.

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Alojamiento

Me quedé en una habitación mixta del hostel 2GO4 Quality Hostel. No era especialmente amplia pero tenía lockers individuales, donde con un candado ya tus cosas estaban relativamente seguras. La noche salió alrededor de 45 euros en total. No era nada barato, claro está, pero era muy cómodo y limpio.

Lo recomiendo. Y como todo hostel, llevá candado.

Transporte

Todo en Bruselas está relativamente cerca, por lo que no necesitás metro. El único lugar que queda lejos del centro es el Atomium, al cual no fui y me quedé con ganas.

Actividades

Estuve más tiempo del necesario en Bruselas. Sin embargo, recomiendo estas actividades:

• El Parque de Bruselas. Es hermoso a toda hora, de día, de noche, soleado, con lluvia. Es simplemente bello y simple.
• La Grand-Place. Arquitectónicamente impresionante, de día para ver los detalles, y de noche para admirar las luces.
• Delirium Café. Pegársela ahí es inolvidable.

La gente

La gente de Bruselas, en su mayoría, no es de Bruselas, por lo que es difícil hablar acerca de “el bruselense”. Sin embargo, tanta mixtura hace a la gente mayoritariamente amable. Eso sí, ni se te ocurra pedir algo para “comer afuera” a las 21 en otoño porque te echan.

Consejos

• Bruselas se puede recorrer completa en dos días. No hay cosas en exceso para hacer, así que no sobreplanifiques tu estadía.
• Si vas a recorrer Gante o Brujas, es preferible hacer base en Bruselas y tomarte un tren hacia estas ciudades. Te va a salir más barato (y es menos lío) que irte moviendo entre ciudades.
• No te vayas sin probar las papas y los waffles. No exagero.